lunes, 16 de noviembre de 2009

El primer capítulo

Aquí os dejo el primer capítulo del libro, para que vayáis abriendo boca de camino a la librería. ¿Lo tenéis ya?

1
ULTIMÁTUM

La ciudad de Yenibohor, cuyas imponentes murallas dominaban el Mar Abrasador, se encontraba como siempre presa de una gran agitación.
Un grupito de sacerdotes, reconocibles por sus cráneos rasurados y sus túnicas blancas, flanqueaban a los jóvenes que caminaban con las cabezas gachas en dirección a los edificios donde se les enseñaba el culto de Bohor, divinidad maléfica, soberana de la Oscuridad.
Algo más lejos, unos Orcos que lucían el blasón de Yâdigâr, villa de salteadores y mercenarios, recibían de manos de un sacerdote una bolsa de piedras preciosas en pago por una emboscada que habían tendido por cuenta de la ciudad.
Los gritos y gemidos de innumerables prisioneros encerrados en los sótanos ascendían por los tragaluces que daban a la calle. Eran en su mayoría pobres gentes que habían cometido el error de oponerse a los sacerdotes… Yenibohor sembraba el terror en todo el Mundo Incierto.
Todos esos hombres de túnicas blancas, esos estudiantes, esos Orcos, esos prisioneros tenían algo en común: ¡el mismo miedo se apoderaba de ellos cada vez que posaban la vista en la torre que dominaba la ciudad! La torre que habitaba el Sumo Sacerdote del culto de Bohor, el Señor de las tinieblas…
En la cúspide de la imponente fortaleza que le servía de guarida, la silueta familiar de la Sombra se paseaba por el suelo embaldosado de un laboratorio repleto de libros e instrumentos. Estaba furiosa.
El escriba Lomgo, que sostenía aún en la mano la misiva que anunciaba la mala noticia, no las tenía todas consigo. Se había acurrucado contra la pared y trataba de encogerse lo más posible, mientras observaba atemorizado cómo su Maestro se agitaba y cómo los restos de sombra que dejaba a su paso se iban consumiendo al contacto con la piedra con un espantoso olor a quemado.
De repente, la Sombra dio media vuelta y lanzó una mirada furibunda al escriba, que se encogió un poco más:
—Ha escapado… Esos malditos Korrigans le han dejado escapar… Enanos estúpidos… Inútiles… Traidores… Mi venganza será terrible…
La Sombra gimió y alzó los brazos al cielo.
—Tan cerca, tan cerca del final… Tengo el códice mágico… sólo me falta el niño… No puedo esperar más… Hay que traerlo… Lomgo
—¡Sí, Maestro! —respondió el hombre, arrojándose al suelo como si quisiera implorar clemencia al demonio.
—Quiero que mis servidores más fieles… salgan de las sombras… Quiero aquí al niño… a cualquier precio… Escríbeles… Quiero aquí al niño… en dos días… ni uno más… So pena de ver desatarse mi cólera contra ellos…
El escriba se levantó temblando y corrió a pasitos precipitados hacia su escritorio.
Tras él, la silueta envuelta en el manto de tinieblas trataba de recobrar la calma. Se dirigió hacia una mesa sobre la que reposaba un gran libro con las tapas de cuero negro cuajado de estrellas. Pasó una página, amarilla por el tiempo, y se enfrascó en el estudio de un conjuro complicado.



No te quedes con la intriga. Por primera vez en España, puedes saber quién es la Sombra, el verdadero padre de Guillemot y cómo se desarrolla el final de la historia...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Sus "cráneos rasurados"? No sigo

PiGonSa dijo...

Pinta muy bien!!!!!